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Talleres

Consultoría en Procesos creativos

Metodología activo/participativa

Material didáctico innovador (TAROT) 

La creatividad es una capacidad universal que todos tenemos en alguna medida, que persiste e incluso se incrementa en la edad adulta.

 

Cada etapa evolutiva le corresponde una forma de creatividad que le es propia. La actividad creativa se relaciona directamente con la variedad y la riqueza de la experiencia acumulada. Por tanto, es falso suponer que los niños sean más creativos o posean mayor imaginación que los adultos,  ya que los primeros poseen menor cantidad de experiencias que les permitan desarrollar su creatividad.

 

La creatividad puede florecer en la edad adulta siempre y cuando el adulto se desenvuelva en un entorno de aprendizaje receptivo y estimulante.

 

En un estudio realizado, Bronte (1997), con más de 150 adultos creativos, más de la mitad indicaron que su mayor periodo de creatividad comenzó a partir de los 50 años. En los adultos saludables el declive en la creatividad no tiene por qué aparecer. No obstante, en algunos adultos mayores, el deterioro cognitivo, sensorial o físico puede afectar a su rendimiento creativo.

 

Hickson y Housley (1997) han estudiado la creatividad en personas de la tercera edad concluyendo que no se puede afirmar que la creatividad decline con la edad cronológica: muchas personas mayores realizan actividades creativas y la participación en actividades creativas puede ayudarles a dar un sentido a su vida y a su proceso de envejecimiento.

 

Sasser-Coen (1993) considera, que no se puede hablar propiamente de un declive, sino de un cambio cualitativo en el proceso creativo, debido a que con la edad se produce un incremento en la inteligencia cristalizada y en el pensamiento convergente. No obstante, las personas mayores pueden disponer de más tiempo para la reflexión y el pensamiento creativo

 

 

 

CREATIVIDAD: gimnasia mental para la tercera edad.

El pensamiento creativo de las personas jóvenes y los adultos mayores es cualitativamente diferente. En las personas jóvenes el pensamiento creativo está más asociado con la novedad y la innovación, mientras que en las personas mayores su creatividad se caracteriza más bien por la capacidad de síntesis, reflexión y sabiduría

 

Foos y Boone (2008) compararon adultos de diferentes edades en cinco tareas de pensamiento divergente, concluyendo que los adultos mayores son tan capaces como los adultos jóvenes de utilizar el pensamiento divergente pero que lo hacen de forma más lenta, necesitando más tiempo para procesar la información y resolver las tareas.

 

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